Explicación del método de la Oración Centrante
Buscar un lugar preferiblemente sin ruidos exteriores para lograr desconectar los sentidos de la actividad ordinaria.
Se escoge una “palabra sagrada” corta que exprese la intención de abrirse a Dios (por ejemplo, Fe Jesús, paz, amor, Dios). Esta palabra sagrada ayuda a centrase en el silencio cada vez que un pensamiento llegue a la mente. Los pensamientos siempre vienen y van, pero el uso de esta palabra sagrada, nos ayuda a espaciar esos pensamientos y con el tiempo a dejarlos pasar sin distracción.
Se escoge una “palabra sagrada” corta que exprese la intención de abrirse a Dios (por ejemplo, Fe Jesús, paz, amor, Dios). Esta palabra sagrada ayuda a centrase en el silencio cada vez que un pensamiento llegue a la mente. Los pensamientos siempre vienen y van, pero el uso de esta palabra sagrada, nos ayuda a espaciar esos pensamientos y con el tiempo a dejarlos pasar sin distracción.
La postura recomendada para el cuerpo es sentarse en un lugar cómodo, cerrar los ojos y abrir las manos en disposición de recibir las bendiciones. Los pies no se deben cruzar.
Se entrega ese momento divino para que el alma descanse en Dios. Cada vez que llegue un pensamiento al subconsciente, suavemente se repite en la mente la palabra sagrada que se escogió.
Se organizan diariamente dos tiempos de veinte o treinta minutos cada uno (por la mañana antes de empezar la jornada del día y por la tarde antes de terminar el día).
Al terminar el tiempo, esperar unos dos minutos antes de abrir los ojos para que no se salga muy repentinamente al exterior.
En el siguiente video les comparto los pasos para hacer la oración centrante.